Otra jornada de catalogación… esta un poquito más caótica que las dos anteriores. Por fin le he puesto una imagen a la sala de reservas y… tela marinera.
Pero bien empecemos por el inicio.
Ésta mañana ha venido mi compañera de prácticas al círculo. Ella suele ir por las tardes pero al estar haciendo ella el catalogo de la exposición de grabados que se inaugura mañana pues ha estado en la institución acabando de hacer el tríptico y la colocación de las obras en la sala de exposiciones. Hemos estado con la tutora un rato en la biblioteca mientras ella nos contaba como serian los folletos para repartir en la exposición.
Seguidamente la hemos dejado trabajar con el ordenador y la tutora y yo nos hemos trasladado, primero al tercer piso y luego a la sala de reservas, para acabar con la catalogación.
Del tercer piso nos quedaba solo la sala de pintura, solo habían tres obras, pero lo mejor de todo es que he podido ver como unas cuantas personas realizaban un dibujo al natural de una modelo… me ha hecho ilusión porque son cosas que normalmente había visto en películas pero jamás al natural así que… nunca te acostaras sin saber/ver algo nuevo.
Finalmente traslado a la sala de reservas (con batas blancas y guantes de látex para evitar pringarnos más de lo que podíamos habernos pringado de polvo) con los álbumes con el catalogo de obras del RCA. Al abrir la puerta no sabía si mirar o no porque tal y como me lo había pintado Isabel aquello era un desbarajuste de los grandes… Se abre la puerta y… ¡¡Madre de Dios!! La cantidad de obras que hay allí dentro es algo alucinante… Apoyadas en las paredes, sobre una mesa, estanterías con documentación y unos muebles con más cuadros… allí tenemos trabajo para unos cuantos días… Nos hemos mirado las dos al ver tal caos delante de nosotras que nos ha dado por reír. ¿Por donde hemos empezado? Pues hemos cogido una de las paredes y la hemos despejado de obras, suerte tenemos de la gran galería que hay antes de entrar en la sala que sino no se donde hubiéramos clasificado las obras. Hemos hecho cuatro grupos: Las obras que creíamos que eran del Sr. Bofill y que no teníamos constancias que pertenecían a nuestro patrimonio, las obras que tenemos documentadas y son del patrimonio del RCA, las obras que han sido donaciones pero aun no las tenemos catalogadas y finalmente obras de la beca Güell. Una vez hemos hecho algo de espacio en la sala hemos limpiado una zona de una repisa para poder colocar la colección de carteles, unos 42 todos ellos debidamente enmarcados. Así que me he subido a la repisa y le he ido cantando, gracias a la catalogación que había hecho Isabel, los carteles de los más antiguos a los más nuevos. Al ver que el tiempo se nos tiraba encima hemos barrido la zona despejada de obras y las hemos vuelto a entrar conservando la clasificación que habíamos hecho previamente. De los cuadros del RCA simplemente hemos apuntado la referencia en una hoja y ya hemos dicho que ya los comprobaríamos con el catalogo porque si lo hubiéramos que haber hecho en el momento creo que aun estaría allí pasando hojas de los álbumes.
Entre medias de toda la actividad en la sala de reservas hemos clasificado los grabados de la exposición, los pertenecientes al Circulo de Bellas Artes de Madrid, los del colectivo Dones d’Aigua y finalmente los del Reial Cercle Artístic.
Finalmente hemos vuelto a la biblioteca donde nos hemos encontrado de nuevo con mi compañera que tenía que retocar una cosa del catalogo de la exposición y finalmente lo terminaba.
Ha sido una jornada completa y por suerte in situ mi amiga alergia se ha mantenido oculta pero ha sido volver al estado normal y sentirme de lo más colapsada con la “sobredosis” de polvo que ha catado mi nariz.
Mañana si no hay ningún contratiempo estaré de nuevo en la institución así seguiremos con el punteo de obras de la sala de reservas. ¡¡Hasta entonces!!
Ésta mañana ha venido mi compañera de prácticas al círculo. Ella suele ir por las tardes pero al estar haciendo ella el catalogo de la exposición de grabados que se inaugura mañana pues ha estado en la institución acabando de hacer el tríptico y la colocación de las obras en la sala de exposiciones. Hemos estado con la tutora un rato en la biblioteca mientras ella nos contaba como serian los folletos para repartir en la exposición.
Seguidamente la hemos dejado trabajar con el ordenador y la tutora y yo nos hemos trasladado, primero al tercer piso y luego a la sala de reservas, para acabar con la catalogación.
Del tercer piso nos quedaba solo la sala de pintura, solo habían tres obras, pero lo mejor de todo es que he podido ver como unas cuantas personas realizaban un dibujo al natural de una modelo… me ha hecho ilusión porque son cosas que normalmente había visto en películas pero jamás al natural así que… nunca te acostaras sin saber/ver algo nuevo.
Finalmente traslado a la sala de reservas (con batas blancas y guantes de látex para evitar pringarnos más de lo que podíamos habernos pringado de polvo) con los álbumes con el catalogo de obras del RCA. Al abrir la puerta no sabía si mirar o no porque tal y como me lo había pintado Isabel aquello era un desbarajuste de los grandes… Se abre la puerta y… ¡¡Madre de Dios!! La cantidad de obras que hay allí dentro es algo alucinante… Apoyadas en las paredes, sobre una mesa, estanterías con documentación y unos muebles con más cuadros… allí tenemos trabajo para unos cuantos días… Nos hemos mirado las dos al ver tal caos delante de nosotras que nos ha dado por reír. ¿Por donde hemos empezado? Pues hemos cogido una de las paredes y la hemos despejado de obras, suerte tenemos de la gran galería que hay antes de entrar en la sala que sino no se donde hubiéramos clasificado las obras. Hemos hecho cuatro grupos: Las obras que creíamos que eran del Sr. Bofill y que no teníamos constancias que pertenecían a nuestro patrimonio, las obras que tenemos documentadas y son del patrimonio del RCA, las obras que han sido donaciones pero aun no las tenemos catalogadas y finalmente obras de la beca Güell. Una vez hemos hecho algo de espacio en la sala hemos limpiado una zona de una repisa para poder colocar la colección de carteles, unos 42 todos ellos debidamente enmarcados. Así que me he subido a la repisa y le he ido cantando, gracias a la catalogación que había hecho Isabel, los carteles de los más antiguos a los más nuevos. Al ver que el tiempo se nos tiraba encima hemos barrido la zona despejada de obras y las hemos vuelto a entrar conservando la clasificación que habíamos hecho previamente. De los cuadros del RCA simplemente hemos apuntado la referencia en una hoja y ya hemos dicho que ya los comprobaríamos con el catalogo porque si lo hubiéramos que haber hecho en el momento creo que aun estaría allí pasando hojas de los álbumes.
Entre medias de toda la actividad en la sala de reservas hemos clasificado los grabados de la exposición, los pertenecientes al Circulo de Bellas Artes de Madrid, los del colectivo Dones d’Aigua y finalmente los del Reial Cercle Artístic.
Finalmente hemos vuelto a la biblioteca donde nos hemos encontrado de nuevo con mi compañera que tenía que retocar una cosa del catalogo de la exposición y finalmente lo terminaba.
Ha sido una jornada completa y por suerte in situ mi amiga alergia se ha mantenido oculta pero ha sido volver al estado normal y sentirme de lo más colapsada con la “sobredosis” de polvo que ha catado mi nariz.
Mañana si no hay ningún contratiempo estaré de nuevo en la institución así seguiremos con el punteo de obras de la sala de reservas. ¡¡Hasta entonces!!
Uff.. se te pasan las mañanas pitando, no? jajaja. Ten cuidado, que la alergia a los ácaros es muy desagradable.. :(
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